viernes, 8 de junio de 2007

El Primer Paso de Un Largo Viaje


Patricio Romero


Los médicos, en particular aquellos que contamos con más primaveras, hemos sido caracterizados como individuos que nos sentimos incómodos con las nuevas tecnologías, en particular con las que se relacionan con la cibernética, son contados con los dedos de la mano ,los profesionales, habitualmente jóvenes, que son capaces de resolver problemas que se relacionan con este medio de comunicación.


Nos preciamos de haber aprendido y saber resolver los problemas clínicos incluso los más complejos, por medio de nuestras habilidades deductivas y de la información obtenidas por nuestros propios sentidos y la experiencia acumulada de hartos años. Como a menudo ocurre, sin embargo la actual realidad está muy lejos y es diferente a este romántico ideal Los avances en el conocimiento moderno son y continuarán estando, inseparablemente unidos al progreso tecnológico y deseándolo o no, estaremos ligados irreversiblemente a ellos.

La geografía minuciosa del genoma humano, el desarrollo de exquisitas técnicas diagnósticas, la cirugía robótica, habrían sido imposible de realizar sin la ayuda de los computadores y de todas las oportunidades que abren y nos permiten recibir de pronto, un torrente de conocimientos( que por cuantiosos no siempre son importantes), de información y de entretención, y acercarnos a la cultura de las gentes e interrelacionarnos ,en el conocimiento del pensamiento, aspiraciones y motivaciones de nuestros amigos, en el valle del Maipo.

Es este contexto entonces es que nos ha parecido de la mayor importancia e interés para el desarrollo de la Corporación y de sus adherentes no quedarnos en tierra , y plegarnos todos como navegantes del espacio, con modestia y sencillez , y embarcarnos en esta travesía por la red , tendremos nuestro BLOGG y navegaremos.

Y todo barco que se valore requiere de la dirección e impulso del timonel que lo haga navegar sin temor a naufragar, y este es Sergio España, con quien desde ya nos ponemos a su orden, como uno más de esta entusiasta tripulación y lo saludamos como corresponde.

La embarcación es débil y los marineros inexpertos, pero estos poseen lo que habitualmente hace que la travesía sea exitosa y alcance un feliz propósito, están motivados y disponen de la fuerza y el carácter para llegar a su destino.


Así que demos la bienvenida a este grupo, aún escaso pero dispuesto a recibir a nuevos tripulantes, que participen en el desafío y contribuyan suministrando vituallas informativas ; direcciones de otros puertos que nos otorguen riqueza en contenidos ;difusión y descripción de las actividades y tareas del viaje curricular de los grumetes (profesores, alumnos, poetas, artistas, músicos, amigos y socios); la bitácora con sus inquietudes e iniciativas, también sus intereses ,los aportes y también los compromisos; necesitamos enviar y recibir mensajes de otros barcos similares en el mar espacial de la cultura y de la solidaridad; eludir los piratas de todo tipo y lograr reconocer lo que otros también han comenzado, aprender y compartir las experiencias.

A navegar entonces, y no temer al viento tempestuoso ni a la nube oscura de incendio, que por momentos nos haga dudar y crea hacernos zozobrar. Estamos seguros que será ese mismo viento, el que hinchará nuestras velas y suavemente nos impulsará al deseado puerto del propósito y misión bien cumplida.

1 comentario:

jovialiste dijo...

Es una conducta de gente que rechaza el cambio (no quieren saber nada), que por mi parte he observado también en mi país entre algunos de los que pasan los sesenta, no en todos, pues hay gente grande que no solamente aprendió a navegar sino que usa activamente la computadora, y otras innovaciones tecnológicas que nos han traído los tiempos nuevos.
Lo notable es que los que son profesionales, no obstante se mantienen al tanto o actualizados respecto de las novedades.
Yo he llegado a pensar que la causa - si es que hay alguna causa de esta actitud - es que sienten miedo de tener que aprender de nuevo como cuando eran jóvenes.
En el centro de Buenos Aires, hay un teatro de revistas muy conocido que se llamaba Maipo; actualmente, se ha transformado en un complejo teatral formado por varias salas de espectáculos.