lunes, 4 de octubre de 2010

El Fantasma de las Concesiones Hospitalarias

Dr. Marcos González
Red Profesionales Al Sur del Maipo

Un fantasma recorre los hospitales y preocupa a sus funcionarios: las concesiones hospitalarias.¿Que significa esto para el común de las personas que a diario usan la red de hospitales y consultorios del sector publico del país? No mucho probablemente; sin embargo es un tema que tiene movilizados y en alerta a los más de 80.000 funcionarios que dependen del MINSAL (como los del Hospital San Luis de Buin), sin contar al otro gran número de trabajadores del sector que pertenecen al sector municipal y que se oponen fuertemente a la posibilidad que privados participen en la construcción y gestión de ciertas áreas de los hospitales a través de contratos de concesión similar a la concesión de carreteras.

El tema surge en Chile durante el gobierno de Frei Ruiz Tagle, como un modelo similar al que estaba implementado en Europa, en especial España e Inglaterra.

El modelo consiste en licitar la construcción de hospitales a privados quienes construyen de acuerdo a pautas entregadas por el mandante (Estado) quién fiscaliza a la empresa y le entrega la gestión de algunos servicios no ligados directamente a la atención medica: estacionamiento, cafeterías, seguridad, lavandería, casino esterilización y en algunos casos mas avanzados servicios como radiología y laboratorio. Ninguno de los modelos de concesión considera la licitación de la gestión médica propiamente tal de los pacientes. Esta concesión dura un número determinado de años entre 20 y 30, al término de los cuales se puede renovar la concesión o en definitiva pasa a propiedad del estado.

¿Cuáles son las ventajas? Varias, traspasar los costos de construir infraestructura cara y compleja con su consiguiente riesgo a quienes tienen la expertise para ello, y destinar esos recursos a otros proyectos país de igual o más relevancia que ése. Por otro lado el hospital puede enfocar su atención en lo que sabe hacer bien y eso es, atender pacientes, y no destinar esfuerzos y recursos a aspectos que otros pueden hacer mejor. Experiencias europeas muestran que mejora la eficiencia, disminuyen los costos de la atención y la percepción ciudadana del servicio mejora francamente.

Por su parte, los funcionarios públicos plantean que este modelo es un primer paso a la privatización de la salud pública chilena, y que el 75 % de los chilenos que se atienden en el sector verían en serio riesgo su atención, ya que, finalmente el mercado y el afán de lucro regularían el funcionamiento de los hospitales, privilegiándose la atención de aquellas patologías con mayor beneficio económico para el dueño, en desmedro de aquellas mas costosas.

Múltiples investigaciones señalan que los hospitales públicos presentan graves fallas en su funcionamiento afectando la calidad de atención de los usuarios, (tasa más alta de ausentismo laboral de todas las industrias). Un reciente estudio muestra que los médicos de los hospitales tienen privilegios impensados: retirarse antes de su trabajo, un sistema de control de asistencia obsoleto, son regidos por leyes distintas al resto de los trabajadores del sistema y la posibilidad de jubilarse de los turnos de urgencia a los 20 años de trabajo y seguir percibiendo la misma remuneración, atender y operar en horario funcionario.

El 2009 los funcionarios del sector paralizaron su trabajo durante varios días sin recibir ni un sólo descuento, todo en directo perjuicio de quienes ellos dicen defender con sus movilizaciones. Un estudio de satisfacción ciudadana reveló que a los usuarios del servicio les importa poco o nada quien les otorga la atención si esta cumple con sus expectativas y apuntan a la atención de urgencia de los hospitales como la más deficitaria del sistema.

Todo lo anterior hace indispensable y urgente una reforma de fondo al sistema de atención para mejorar aspectos como la calidad del servicio ofrecido, evitar los abusos de ciertos grupos al interior de los hospitales. En definitiva: entregar una atención digna y con estándares mínimos de calidad a los usuarios del sistema público de salud. En mi opinión el modelo de concesiones es un buen punto de partida, transparentando las posturas de quienes están a favor y en contra de su implementación.


Invitación: esperamos tus ideas y reflexiones orientadas a debatir y mejorar la calidad de vida Al Sur del Maipo

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